lunes, 11 de mayo de 2009

A la manera de...

por Graciela E. Dopico

Mis hijos serán poetas, locos
apasionados, delgados, bohemios y locuaces.

Les prohibo abogados grises o ministros
locutores sonrientes, bodegueros.

Serán fotógrafos de crepúsculos y oboes
anémicos y de ojos asombrados
o no serán nada.

Zapatillas de baile rosas y gastadas
anunciarán a Tschaicovsky
le pondrán coreografía a un cuadro de Toulousse
o no serán nada.

Cuando grandes
los pongo contra el sol y les explico
del amor, de las sombras
del lenguaje ritual y sin palabras
los suicidas, los puros, los sin nombre.

Los seguirán los gatos, las ardillas
comerán ostras sin pagar la cuenta
encontrarán perlas y un recuerdo.

Eso serán.

Eso serán.

Y aquí va mi testamento:
les dejo una clave de sol y algunos libros
ningún traje de novia y una biblia
una caja de zapatos azul y con sorpresas.

El día de mi muerte
adornen con tulipanes los espejos
no se abriguen demasiado
porque es mentira que en los cementerios
hace frío y espanto,
mi sonrisa les calentará los labios
cuando estén camino a casa.

Publicado en Lilith Nº 2 (primera época), diciembre de 1978. Sólo por pedido.

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