por Hugo Alberto Ojeda (*)
si el papel higiénico y la servilleta son hermanos
lo mismo que el papel de envolver y el papel de diario
si todos los papeles son hijos naturales de la muerte de un árbol
cuál será el porcentaje de la pureza de este mal poema
escrito en papel-carta-vía-aérea
si el poema debe agradecer los servicios prestados
al obrajero que cortó el árbol lo mismo que el obrero de Celulosa
al vodka nacional lo mismo que a la máquina de escribir
a la música de Los Jaivas lo mismo que a los senos pequeños de mi esposa
¿existe el poeta?
¿es su trabajo un esfuerzo que sirva para algo en los límites
de la realidad?
o todo este simulacro es apenas
un papel escrito
para que mi esposa se limpie los labios que ella
nunca se pinta.
(*) Poeta de Granadero Baigorria, Santa Fe.
Publicado en el Nº 6 de El Pibe Sietecolores, septiembre de 1979. Publicación dirigida por Jorge E. Reboredo.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Retrato proletario
por Williams Carlos Williams (*)
Una joven alta sin sombrero
con delantal
Su pelo cogido atrás parada
en la calle
Un pie en calcetín la punta
en la acera
Su zapato en la mano. Mirando
atentamente adentro
Le saca la plantilla de papel
para dar con el clavo
Que la ha estado lastimando
(*) Poeta norteamericano. Traducción de Ernesto Cardenal (Nicaragua).
Publicado en El Pibe Sietecolores Nº 6, septiembre de 1979. Publicación dirigida por Jorge E. Reboredo.
Una joven alta sin sombrero
con delantal
Su pelo cogido atrás parada
en la calle
Un pie en calcetín la punta
en la acera
Su zapato en la mano. Mirando
atentamente adentro
Le saca la plantilla de papel
para dar con el clavo
Que la ha estado lastimando
(*) Poeta norteamericano. Traducción de Ernesto Cardenal (Nicaragua).
Publicado en El Pibe Sietecolores Nº 6, septiembre de 1979. Publicación dirigida por Jorge E. Reboredo.
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Para Fernanda
por Jorge Omar Altamirano
Niña
no viertas la miel de tus sentidos
en los zanjones verdosos
del mundo que te muestran.
Niña
no apagues tu sed de colores
con el agua nefasta
del delirio que ronda las ciudades.
Niña
no quiebres tu cansancio
en las almohadas
del empedrado y las visiones etéreas.
Niña
espera que las manos que tu tomes
estén limpias de guerra y mutaciones.
Espera que los príncipes asomen
a tu puerta entornada,
pero no recibas a todos en tu cuarto.
Diles que el verso que está en tu cabeza
antes deberá ser descifrado.
Publicado en El Pibe Sietecolores Nº 5, junio de 1979. Publicación dirigida por Jorge E. Reboredo.
Niña
no viertas la miel de tus sentidos
en los zanjones verdosos
del mundo que te muestran.
Niña
no apagues tu sed de colores
con el agua nefasta
del delirio que ronda las ciudades.
Niña
no quiebres tu cansancio
en las almohadas
del empedrado y las visiones etéreas.
Niña
espera que las manos que tu tomes
estén limpias de guerra y mutaciones.
Espera que los príncipes asomen
a tu puerta entornada,
pero no recibas a todos en tu cuarto.
Diles que el verso que está en tu cabeza
antes deberá ser descifrado.
Publicado en El Pibe Sietecolores Nº 5, junio de 1979. Publicación dirigida por Jorge E. Reboredo.
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