viernes, 20 de agosto de 2010

Y esas ganas tremendas de llorar

por Rubén Sacchi

un aire escapa por la boca
silba un viento la garganta
no es el fueye dormilón
es sordo sonido de miseria
no es acorde de arrabal
es el alma saliéndose del cuerpo
adelantándose a la vida
jugando en fatal orsai
y ya está
¿qué verdad se puede confesar?
-tanto fuego a la amargura
si no hay amigo que se hundió
si no hay ella que vuelva del ayer
si de rayón, ni la mortaja.

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